jueves, 7 de junio de 2012

Despenalización de la Tenencia de Drogas para consumo personal


¿DESPENALIZACIÓN SÍ O NO?
Algunas reflexiones de la Pastoral de Drogodependencia de la Conferencia Episcopal Argentina ante los proyectos de ley sobre la despenalización de la tenencia de drogas para consumo personal.
Estas reflexiones están inspiradas en los testimonios y preocupaciones que recogemos a diario en los distintos ámbitos de la Iglesia en todo nuestro país.
El tema de la droga genera una enorme preocupación en todas partes, en las grandes ciudades y en los pueblos más pequeños, en las familias con muchos recursos y en las más humildes de nuestra sociedad.
Las familias recurren a nosotros en búsqueda de orientación y consuelo. Muchas veces caen en la desesperación.

Por eso no podemos callar.
Expresamos nuestros pareceres enriquecidos por la experiencia de la Iglesia en todo el mundo. Sí: en todo el mundo.
Así quisiéramos que se interpreten. Como una contribución para encontrar caminos de comunión superadores de una realidad que nos angustia.
Creemos que es a través del diálogo y creando espacios de reflexión en donde cada uno se pueda expresar con auténtica libertad, que encontraremos las verdaderas respuestas a este mal de nuestro tiempo.
De ninguna manera debiéramos mirar al que piensa distinto como un enemigo reprochable con el que ni siquiera hay que hablar. Por el contrario, pensamos que es respetando profundamente los distintos puntos de vista que nos guían, que encontraremos verdaderos caminos de comunión que en definitiva nos ayuden a alejar a toda la sociedad del esclavizante mundo de las drogas.
Y, por sobre y ante todo, queremos recoger y expresar la voz de los más pobres.
Un joven pobre que se droga no se está divirtiendo, no hace fiesta ni se dedica a un uso recreativo: huye hacia adelante para llegar más rápido al día de su muerte.
"En la Argentina, lo que quizás es recreativo para un joven de clase media o alta se torna fatal en los ambientes pobres y marginales. Es necesario comprender que la vulnerabilidad social aumenta cuando no hay oportunidades de inclusión real; y que, a mayor vulnerabilidad, la brecha entre el consumo recreativo y el consumo problemático se acorta dramáticamente. El joven pobre no tiene de dónde asirse, porque vive la fragilidad en lo escolar, en lo laboral y lo sanitario; en consecuencia, un simple consumo de porro tiende a arraigarse más rápido y con mayor fuerza." (Fragmento tomado de la nota de opinión del sacerdote José María "Pepe" Di Paola, publicada en el diario La Nación el lunes 28 de mayo de 2012 con el título "La cuestión no es despenalizar".)

El contexto de la ley
Desde hace un tiempo se escuchan diversas propuestas que promueven la despenalización de la tenencia de drogas para el consumo personal.
Para sostener y justificar esta postura se expresan distintos argumentos, pero el más común es que "la guerra contra las drogas ha fracasado", el consumo ha aumentado y lo único que se ha logrado es "criminalizar al adicto".
Entonces se dice que la única y la "verdadera solución" es simplemente "despenalizar", confiando en que con esta sola medida se resuelve casi todo el problema.
Sin embargo, como ya ocurrió en otros países, esto favorecería el incremento de las facilidades y oportunidades para obtener estas sustancias y por lo tanto aumentar de esa manera el consumo, más que disminuirlo.
Cabe señalar en este contexto, que llama la atención que cuando se hace un análisis jurídico del problema de las adicciones, no se hayan analizado otras alternativas para atender una problemática tan específica como la creación de tribunales propios, fuera del área penal por ejemplo.
Nuestra realidad
El 25 de Marzo de 2009 el Equipo de Sacerdotes para las Villas de Emergencia de la Arquidiócesis de Buenos Aires publicó un documento en el que se manifestaba que "la droga está despenalizada de hecho" y nos decían que "la despenalización a nuestro parecer influiría en el imaginario social instalando la idea de que las drogas no hacen tanto daño". Y continuaban:
"Vemos la buena intención de los que buscan no criminalizar al adicto, es una locura criminalizar la enfermedad. Pero intentemos pararnos desde la perspectiva de las familias más vulnerables. Sin un buen sistema de salud, sin políticas fuertes de prevención, sin un sistema educativo realmente inclusivo y eficiente, el único encuentro del adicto y su familia que pide ayuda con el Estado es la justicia. Despenalizar en estas condiciones es dejar abandonado al adicto, no hacerse cargo de su derecho a la salud. La dinámica misma de la adicción lleva muchas veces a hacer cualquier cosa para satisfacer el deseo de consumo. El próximo encuentro entre el Estado y el adicto ya no será en la enfermedad, sino en el delito que a veces nace de ella.(...) Usando una imagen podríamos decir entonces que la discusión sobre la despenalización corresponde a los últimos capítulos del libro y no a los primeros".
Cuando los legisladores deban meritar sobre los motivos o razones por las que se debería liberar el consumo de cannabis, entendemos que simultáneamente deberían reflexionar si el sistema sanitario de nuestro país se encuentra preparado para enfrentar todo lo que conllevaría poner en práctica tal decisión. Particularmente se ha de tener en cuenta a los más pobres. No se debe legislar para minorías sin tener en cuenta a las mayorías postergadas. Sabemos que las drogas producen impactos diversos según el estado de la salud del consumidor. Quien tiene alimentación adecuada en su infancia, atención médica habitual, dormitorio cómodo y abrigado, recibe las sustancias con serios riesgos para su salud. Pero el daño será mayor en un organismo deteriorado por la pobreza.
Entendemos el espíritu de la mirada jurídica, pero creemos que no es facilitando el consumo, ni haciendo aparecer como que está bien lo que está mal, que vamos a superar este creciente flagelo de las drogas, particularmente en nuestros jóvenes y adolescentes.
Estado - Políticas Públicas - Contexto Social
Es necesario ir a las causas de la cuestión y no solo, a través de una mirada parcial y no integral, a considerar un aspecto del problema: el jurídico.
En este momento, en el que la pobreza y la exclusión persisten en buena parte de nuestra gente, medidas que puedan facilitar el consumo generan confusión y aparecen como a destiempo, desenfocadas de la realidad social.
Las políticas públicas deberían orientar sin lugar a dudas a desalentar el consumo de drogas. Por eso es de la mayor importancia contar con una política de Estado que promueva la educación, la prevención y la salud. Es urgente dar pasos hacia soluciones integrales.
La Ley Nº 26.586 que establece el Programa Nacional de Educación y Prevención sobre las adicciones y el consumo indebido de drogas fue promulgada el 28 de Diciembre de 2009. Es un excelente instrumento para desarrollar un verdadero esfuerzo educativo a nivel nacional. Sin embargo, debemos lamentar que aún no se han dado pasos firmes para su implementación.
¡¡ Es Urgente avanzar en educación y prevención !!
Hoy el mundo se enfrenta a uno de los mayores flagelos que se haya registrado en la historia de la humanidad. No solo por el aumento de las toxicomanías -cientos de millones de hombres y mujeres consumidores- sino también porque el entorno del adicto (principalmente la familia) se ve sometido a sacrificios enormes tanto en la observación diaria del deterioro y la angustia a que se haya expuesto el abusador de sustancias, como así también en la fase de rehabilitación posterior que importa un gran esfuerzo físico y moral de todo el núcleo afectivo primario que debe acompañar esta dolorosa y compleja etapa.
El conocimiento científico
Se ha divulgado de modo confuso que la distinción entre drogas blandas y duras -inclusive algunos gustan denominar "inocuas" a las primeras, también se las describió como "recreativas"- es un primer paso para distinguir lo que debe separarse en cuanto a las restricciones o controles gubernamentales.
Todo parece reducirse a un esquema erróneamente simplificado en el cual la droga es evaluada por comparación con otras sustancias aceptadas socialmente. Así, el caso de los cannabinoides tal vez sea el paradigma de esta situación. Inclusive algunos autores sostenían que el uso de marihuana resultaba menos dañino que la aspirina (Ells, 1992).
Hoy sabemos científicamente que no es así y las organizaciones internacionales que estudian seriamente el problema como la UNODC (Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito) alertan, por ejemplo, sobre el uso dañino de la marihuana. Esta Organización de las Naciones Unidas en su Informe Mundial sobre drogas 2011 expresa con toda claridad que cada vez más y más hay evidencias que indican que la intensa exposición al uso de cannabis incrementa el riesgo de desórdenes psicóticos.
Frente al cannabis los adolescentes parecen estar en doble desventaja: son más vulnerables al uso de ella y los efectos sobre las medidas cognitivas son más pronunciadas que en la edad adulta (Arsenault y otros, 2004, Ehrenreich  y otros, 1999; Pope y otros, 2003). La adolescencia es un período crítico para el desarrollo neuronal y existen poco estudios encarados en esta etapa crítica (Mathias y otros, 2010).
Existen, como los señalados, numerosos estudios que desde el conocimiento científico, nos permiten hoy tener clara conciencia de las características complejas que nos plantea el problema de las drogas.
El deterioro de las funciones conductuales durante el manejo de vehículos, las consecuencias durante el embarazo, su relación con la esquizofrenia y los brotes psicóticos y muchos otros han sido claramente estudiados y documentados.

El narcotráfico y los mercaderes de la muerte
El daño que se produce a los adolescentes y jóvenes da cuantiosas ganancias a organizaciones mafiosas que operan en nuestro país. En los últimos años Carteles extranjeros se han instalado entre nosotros. Un crecimiento semejante va acompañado de corrupción e impunidad, violencia y muerte, sobornos y extorsiones, miedo y repliegue de la sociedad, que ya no sabe en quién confiar. La sospecha de corrupción generalizada deja el sabor amargo de abandono y desamparo. Semejante crecimiento no pudo desplegarse sin complicidades de diverso orden en la sociedad y el Estado.
Constatamos mensajes ambiguos. No queremos la droga cerca, se le da vuelta la cara a los adictos, ¿y le vamos a dar más libertad de circulación todavía?
Debemos saber que las leyes cumplen una función pedagógica. ¿Qué enseñanza nos deja darle a las drogas un reconocimiento legal?
No caben dudas de que es necesario redoblar esfuerzos para combatir las redes mafiosas de los mercaderes de la muerte. No hay que darle espacio al narco-negocio.
Pero recordando siempre que en el centro del problema está el hombre y sus vínculos. El hombre que necesita encontrar un verdadero sentido a su vida y poder vivirla dignamente con la libertad de los hijos de Dios.
Red social - Solidaridad - Bien común
Hacemos votos para que la sociedad en su conjunto se involucre para formar una verdadera RED SOCIAL que dé respuestas concretas a esta enfermedad de nuestro tiempo.
La lucha contra la droga se gana en la EDUCACIÓN y PREVENCIÓN, creando fuertes vínculos sociales a través de la SOLIDARIDAD y la búsqueda del BIEN COMÚN.
En este camino del Bicentenario del 2010 al 2016 hacemos votos para que fructifiquen los esfuerzos por lograr una sociedad libre de la esclavitud de las drogas y de toda opresión.
Comisión de Drogodependencia de la Conferencia Episcopal Argentina
4 de junio de 2012



 Referencias
Ø       Ellard, J. The ninth crusade: The crusade against drugs. Mod Med Aust, 58-68, 1992.
Ø       Arsenault y col. Causal association between cannabis and psychosis: examination of the evidence Br. J. Psychiatry 184, 110-117, 2004.
Ø       Ehrenreich y col. Specific attentional dysfunction in adults following early start of cannabis use. Psychopharmacology 142, 295-301, 1999.
Ø       Kendell R. Cannabis condemned: the proscription of indian hemp. Addictions 98, 143-151, 2003.
Ø       Mathias y col. A failure to sustain prepulse inhibition in adolescent marijuana users. Drugs and alcohol dependence, 2010.
Ø       McGrath y col. Association between cannabis use and psychosis related outcomes using sibiling pair analysis in a cohort of young adults. Arch Gen Psychiatry 67, 2010.
Ø       Shapiro & Buckley Hunter. What every adolescent need to know: cannabis can cause psychosis. J of Psychos. Res. 69, 533-539, 2010.
Ø       Míguez, Hugo, II Congreso Uruguayo de Neonatología, 2007.
Ø       Bauer, Gabriela; Ortiz, Zulma, La Nación, 2010.
Ø       Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud, Iglesia, droga y toxicomanía, Ágape Libros, 2010.
Ø       Ley Nº 26.586, Programa Nacional de Educación y Prevención sobre lasAdicciones y el consumo indebido de drogas, Buenos Aires, 2009.

martes, 29 de mayo de 2012

El Papa pidió dignidad para todos los encarcelados....

Benedicto XVI, visitó el pasado 18 de diciembre de 2011, coincidiendo con el 4° domingo de Adviento, el Nuevo Complejo Penitenciario de Rebibbia (Roma).
Alli entre los encarcelados les escucho y en un cordial diálogo les dijo entre otras cosas:
“Dios es el que proclama la justicia con fuerza, pero al mismo tiempo, cura todas las heridas con el bálsamo de la misericordia”
- “Dondequiera que haya un hombre hambriento, un desconocido, un enfermo, un encarcelado, ahí está Cristo que espera nuestra visita y nuestra ayuda. Esta es la razón principal que me hace feliz de estar aquí, para rezar, hablar y escuchar”
En su discurso, respondiendo a algunas preguntas planteadas por los prisioneros, el Papa recordó que “el mismo Hijo unigénito de Dios, el Señor Jesús, vivió la experiencia de la prisión, fue sometido a un juicio ante un tribunal y sufrió la sentencia de muerte más brutal”. Citando la exhortación apostólica post-sinodal “Africae munus”, firmada durante su reciente viaje a Benin, Benedicto XVI reiteró “la atención de la Iglesia por la justicia en los Estados” y que “los presos son seres humanos que merecen, a pesar de su la delincuencia, ser tratados con respeto y dignidad”.
Aquí el texto completo:
Queridos hermanos y hermanas, con gran alegría y emoción estoy esta mañana en medio de vosotros, para una visita que se sitúa a pocos días de la celebración de la Natividad del Señor. Dirijo un caluroso saludo a todos, en especial a la ministra de Justicia, honorable Paola Severino, y a los capellanes, a los que agradezco las palabras de bienvenida que me han dirigido también en vuestro nombre. Saludo al doctor Carmelo Cantone, director del Centro Penitenciario y a los colaboradores, la policía penitenciaria y a los voluntarios que se prodigan en las actividades de esta institución. Y saludo de modo especial a todos vosotros, detenidos, manifestándoos mi cercanía.
“Estaba en la cárcel y me visitásteis” (Mt 25,36). Estas son las palabras del juicio final, contado por el evangelista Mateo, y estas palabras del Señor, en las cuales se identifica con los detenidos, expresan en plenitud el sentido de mi visita actual entre vosotros. Dondequiera que haya un hambriento, un extranjero, un enfermo, un encarcelado, allí está Cristo mismo que espera nuestra visita y nuestra ayuda. Esta es la razón principal por la que me siento feliz de estar aquí, para rezar, dialogar y escuchar. La Iglesia siempre ha contado entre las obras de misericordia corporal, la visita a los presos (cfr Catecismo de la Iglesia católica, 2447). Y esta, para ser completa, exige una plena capacidad de acogida del detenido, «dándole espacio en el propio tiempo, en la propia casa, en las propias amistades, en las propias leyes, en las propias ciudades» (cfr CEI, Evangelización y testimonio de la caridad, 39). Querría de hecho poder ponerme a la escucha de la peripecia personal de cada uno, pero, lamentablemente, no es posible; sin embargo, he venido a deciros sencillamente que Dios os ama con un amor infinito, y sois siempre hijos de Dios. Y el mismo Unigénito Hijo de Dios, el Señor Jesús, experimentó la cárcel, fue sometido a un juicio ante un tribunal y sufrió la más feroz condena a la pena capital.
Con motivo de mi reciente viaje apostólico a Benín, en noviembre pasado, firmé una exhortación apostólica postsinodal en la que reiteré la atención de la Iglesia a la justicia en los estados, escribiendo: «Es por tanto urgente que se adopten sistemas judiciales y penitenciarios independientes, para restablecer la justicia y reeducar a los culpables. Además, hay que erradicar los casos de errores judiciales y los malos tratos de los prisioneros, las numerosas ocasiones de no aplicación de la ley que corresponden a una violación de los derechos humanos y las encarcelaciones que no desembocan sino tarde o nunca en un proceso. La Iglesia reconoce la propia misión profética ante aquellos que sufren por la criminalidad y su necesidad de reconciliación, de justicia y de paz. Los encarcelados son personas humanas que merecen, a pesar de su delito, ser tratados con respeto y dignidad. Necesitan nuestra atención» (n. 83).
Queridos hermanos y hermanas, la justicia humana y la divina son muy diferentes. Cierto, los hombres no pueden aplicar la justicia divina, pero deben al menos apuntar a ella, tratar de captar el espíritu profundo que la anima, para que ilumine también la justicia humana, para evitar –como lamentablemente no pocas veces sucede– que el detenido se convierta en un excluido. Dios, en efecto, es Aquél que proclama la justicia con fuerza, pero que, al mismo tiempo, cura las heridas con el bálsamo de la misericordia.
La parábola del Evangelio de Mateo (20,1-16) sobre los trabajadores llamados a jornada en la viña nos hace comprender en qué consiste esta diferencia entre la justicia humana y la divina, porque hace explícita la delicada relación entre justicia y misericordia. La parábola describe a un agricultor que asume trabajadores en su viña. Lo hace sin embargo en diversas horas del día, de man era que alguno trabaja todo el día y algún otro sólo una hora. En el momento de la entrega del salario, el amo suscita estupor y provoca una discusión entre los jornaleros. La cuestión tiene que ver con la generosidad –considerada por los presentes como injusticia- del amo de la viña, el cual decide dar la misma paga tanto a los trabajadores de la mañana como a los últimos en la tarde. En la óptica humana, esta decisión es una auténtica injusticia, en la óptima de Dios un acto de bondad, porque la justicia divina da cada uno lo suyo y, además, incluye la misericordia y el perdón.


Justicia y misericordia, justicia y caridad, bisagras de la doctrina social de la Iglesia, son dos realidades diferentes sólo para nosotros los hombres, que distinguimos atentamente un acto justo de un acto de amor. Justo, para nosotros, es “lo que se debe al otro”, mientras que misericordioso es lo que se dona por bondad. Y una cosa parece excluir a la otra. Pero para Dios no es así: en Él, justicia y caridad coinciden; no hay acción justa que no sea también acto de misericordia y de perdón y, al mismo tiempo, no hay una acción misericordiosa que no sea perfectamente justa.
¡Qué lejana está la lógica de Dios de la nuestra! ¡Y que diferente es de nuestro modo de actuar! El Señor nos invita a acoger y observar el verdadero espíritu de la ley, para darle pleno cumplimiento en el amor hacia quien lo necesita. «Pleno cumplimiento de la ley es el amor, escribe san Pablo (Rm 13,10): nuestra justicia será tanto más perfecta cuanto más esté animada por el amor por Dios y por los hermanos.
Queridos amigos, el sistema de detención gira en torno a dos puntos de referencia, ambos importantes: por un lado, tutelar a la sociedad de eventuales amenazas, por otro, reintegrar a quien ha cometido un error sin pisotear su dignidad y sin excluirlo de la vida social. Ambos aspectos tienen su relevancia y pretenden no crear aquél “abismo” entre la realidad carcelaria real y la pensada por la ley, que prevé como elemento fundamental la función reeducadora de la pena y el respeto de los derechos y de la dignidad de las personas. La vida humana pertenece sólo a Dios, que nos la regalado, y no está abandonada a la merced de nadie, ¡ni siquiera a nuestro libre albedrío! Estamos llamado a custodiar la perla preciosa de nuestra vida y la de los demás.
Sé que la superpoblación y la degradación de las cárceles pueden hacer todavía más amarga la detención: me llegaron varias cartas de detenidos que lo subrayan. Es importante que las instituciones promuevan un un atento análisis de la situación penitenciaria hoy, verifiquen las estructuras, los medios, el personal, de modo que los detenidos no descuenten nunca una “doble pena”; y es importante promover un desarrollo del sistema penitenciario, que, aún en el respeto de la justicia, sea cada vez más adecuado a las exigencias de la persona humana, con el recurso también a las penas sin internamiento o a modalidades diversas de detención.
Queridos amigos, hoy es el cuarto domingo de Adviento. Que la Natividad del Señor, ya cercana, reencienda de esperanza y de amor vuestro corazón. El nacimiento del Señor Jesús, del que haremos memoria dentro de pocos días, nos recuerda su misión de llevar la salvación a todos los hombres, sin excluir a nadie. Su salvación no se impone, sino que nos reúne a través de actos de amor, de misericordia y de perdón que nosotros mismos sabemos realizar. El Niño de Belén será feliz cuando todos los hombres vuelvan a Dios con corazón renovado. Pidámosle en el silencio y en la oración ser todos liberados de la cárcel del pecado, de la soberbia y del orgullo: cada uno de hecho necesita salir de esta cárcel interior para ser verdaderamente libre del mal, de las angustias de la muerte. ¡Sólo aquél Niño en el pesebre es capaz de dar a todos esta liberación plena!
Querría terminar diciéndoos que la Iglesia sostiene y anima todo esfuerzo dirigido a garantizar a todos una vida digna. Tened la seguridad de que yo estoy cercano a cada uno de vosotros, a vuestras familias, a vuestros hijos, a vuestros jóvenes, a vuestros ancianos y os llevo a todos en el corazón delante de Dios. ¡El Señor os bendiga a vosotros y a vuestro futuro!

miércoles, 9 de mayo de 2012

Tengo las manos llenas de nombres....

A principio de año nuestra Coordinadora Dra. Marta Garassino se acogió a su esperada y mas que merecida jubilación y ya no está tan seguido por las oficinas de la Fundación las que siempre las tenía servicial y alegre.
Deseamos querida Marta que puedas disfrutar estos tiempos entre los tuyos, hijos, nietos, amigos entre tantos y tantas personas a las que les robaste el corazón con tu amistad y servicio.
Gracias Marta y disfruta este momento en tu vida, nuestro reconocimiento con las palabras de Mons. Casaldáliga:

“Al final del camino me dirán:
-¿Has vivido? ¿Has amado?
Y yo, sin decir nada,
abriré el corazón lleno de nombres”.

miércoles, 18 de abril de 2012

Misa Padre Gabriel...

Querid@s Herman@s voluntari@s de la Pastoral les comunicamos e invitamos a la próxima Eucaristía por el Padre Gabriel el próximo miércoles 25 a las 19,00 Hs; luego de la misma realizaremos la Reunión de Comunidad, donde nos gustaría encontrarnos juntos para celebrar la vida y nuestro llamado de servicio.
                                                                                                              Equipo de Coordinación

miércoles, 21 de marzo de 2012

«Guardaos de hacer las obras buenas en público solamente para que os vean» (Mt 6,1)


 
Dice San Ignacio de Loyola cuando va llegando al final de los ejercicios espirituales que el amor ha de ponerse más en las obras que en las palabras. Es una proclama serena, simple y al tiempo exigente. Hay un tiempo para hablar, y otro tiempo para hacer. Y sin ese tiempo de aterrizar, ¿dónde quedan las palabras? ¿De qué se trata, entonces? Atender a los pobres, y a los rotos, y no solo cantar su nombre. Trabajar por la justicia. Ser honrado más que presumir de ello. Hablar de paz con las manos abiertas. Amar en lo concreto, en la entrega de tiempo, de preocupaciones, de medios, poniendo el corazón en juego. De esto se trata.
¿Dónde sientes tú que el evangelio, en tu vida, se pone manos a la obra

martes, 10 de enero de 2012

La cuesta de enero
Pasaron la Navidad y los turrones y los Magos de Oriente.

De los encuentros familiares a la rutina del trabajo.
De los cantos y los brindis y las risas; a los despertadores y las tareas pendientes y la falta de tiempo.
« ¿Cuándo volverá a ser Navidad?» - nos preguntamos mientras miramos al suelo y no vemos más que cuestas, agachando la mirada para no tropezar. Antes, que mirábamos para adelante con una sonrisa en la boca no caíamos, pero ahora, ése es nuestro miedo; caer o no llegar.
Nos han engañado, nos han borrado la sonrisa, nos han bajado la mirada; nos han engañado. Hoy también es Navidad.
Hoy también nace el Señor, quizás, en la cuesta de enero más que nunca. Quizás, a más preocupaciones, mayor Encarnación. Pero no lo vemos.
Miremos adelante, al compañero de camino, de trabajo, de estudio. Miremos al de al lado, que Dios sigue naciendo. Que hoy también es Navidad.
Carlos Muñoz Novo
¡De este año no pasa!
Comenzamos un año nuevo y después de 365 días volvemos con los buenos propósitos a nuestras vidas:

dejar de fumar, ponerse a dieta, ir al gimnasio, aprender inglés… Son -por excelencia- los “grandes clásicos” que nunca mueren y no siempre se cumplen.
Pero pase lo que pase no perdamos la oportunidad -al estrenar el año- de pasar la I.T.V. al corazón (igual que hacemos con los automóviles) y así disponernos a que la esperanza y los buenos deseos puedan cambiar nuestra vida. Son los otros propósitos, menos populares pero maravillosamente efectivos para el cuerpo y el alma:aventurarse a orar un poco más, pensar irremediablemente bien de los demás, no pactar demasiado con la pereza o quizás limpiarnos de los odios acumulados ,abrir las puertas a causas solidarias, cuidar de un amigo roto o luchar con tesón para que algo pueda ir mejor… 
Igual hasta logramos que los que nos rodean sean un poco más felices. ¡Gran propósito para un gran año! 

FELICITACIONES!!! Teresa, Miguel Y Norma concluyeron su experiencia en la panificadora FURMAN con éxito y no podíamos dejar de celebrarlo !



25 de diciembre 2011 - Celebrando el Nacimiento del Niño en la Capilla de Coronda

CELEBRACIÓN NAVIDEÑA CORONDA




Un grupo de amigos que se entusiasmaron con la idea de revivir el nacimiento de Jesús en compañía de los hermanos encarcelados acompañaron a los voluntarios de pastoral. Más de 15 jóvenes llenos de contagiosa alegría fueron el 22 de diciembre tempranito para compartir una jornada especial, cargada de afecto impregnando el pabellón de espíritu navideño.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Navidad en Las Flores

Celebración de la Navidad en el patio del pab. 4 de Las Flores

martes, 13 de diciembre de 2011

El rap de la cárcel - LOS DETENIDOS QUE COMPUSIERON Y GRABARON UN DISCO

Son presos de la cárcel de San Martín. Escriben los temas,
componen la música y ensayan en la unidad. Los acompañan
docentes de la Unsam. Y el jueves darán un show en vivo.

Los alambres de púa, altos sobre un muro. Dos, tres, cuatro rejas que se abren y cierran al paso de “los de afuera”. Las visitas de la Unidad Penal 48, complejo de cemento ubicado detrás del basural que tiene el Ceamse en San Martín, avanzan sobre el piso caliente. Llevan bafles, estuches con guitarras y cables como para poner una ferretería. “¡Alto Calibre, eh! ¡Alto Calibre!”, grita un preso asomando la cabeza por un ventiluz. Los muchachos –los que acaban de llegar y los que duermen dentro– saludan con la mano. En pocos minutos comenzarán a tocar, como cada viernes hace dos años, en una sala de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam) ubicada dentro de la cárcel bonaerense. Semanas atrás, la banda terminó Rimas de Alto Calibre, disco compuesto y grabado íntegramente en el penal, que presentarán el próximo jueves con show en vivo en el campus de la universidad, a un par de kilómetros de la cárcel. “Hacia la libertad” es el tema que abre el ensayo, aunque Ariel (34), letrista de la banda y preso desde los 18, ataja: “Libertad no es que nos dejen salir de la cárcel. Libertad es salir de la droga, de la cocaína, saber que no necesito salir a robar”.
“¿Va, muchachos?”, pone orden Fabricio, guitarra al hombro, y el veinteañero del bongó, Diego, toma la posta con “La Guajira”. Los parches vibran bajo los dedos encintados en aisladora negra y el ritmo se apura. La habitación del Espacio Cultural Azucena Villaflor del Centro de Estudios Universitarios no tiene pared sin concepto, sin ídolo. Los coristas del penal cantan: “Se romperán las cadenas y mis sueños llegarán”, y plasmados con pincel o aerosol, el Eternauta de Oesterheld, un Rodolfo leyendo Operación Masacre y el perfil inmortalizado del Che cierran la ronda. Sorteando una silla, una caja vacía y varios cables, Pablo –pelo canoso– asume unos 20 segundos de solo en el teclado.
“La Guajira” fue la primera canción creada en el taller de música que iniciaron hace dos años Lautaro Merzari y José Lavallén, en el marco de un programa de extensión de la Unsam. En principio, estaba pensado como un curso de versada, que trabajaba la composición en octosílabos. Pero “un día estábamos laburando música tradicional cubana, en la que se usa mucho la octosílaba, y llegan dos chicos diciendo que tenían un tema”, cuenta Merzari. Con los meses, las canciones se empezaron a juntar, y el secretario de Extensión de Unsam, Alexander Roig, propuso hacer un disco. “El sabía que yo también trabajaba en La Burra Records, que era un proyecto independiente y autogestionado con el que estuvimos por México, Cuba y Colombia, grabando y aprendiendo de la música de familias del interior”, explica Merzari.
Entonces se cambiaron cuadernos y lapiceras por fletes repletos de equipos de audio. Iban armando cada viernes el estudio rodante por el que pasarían para grabar el músico y actor Andrea Prodan, la cantante de “Miss Bolivia”, Paz Ferreyra; el trombonista Alejo Ferro y el saxofonista Sergio Dawi. “La idea no es traer una pandereta y ponernos a decir: ‘Uy, ¡qué loco que podamos tocar música acá con personas privadas de su libertad!’; queremos hacer arte, porque es la producción humana natural por excelencia, lo que te da un carnet de individuo, de ser humano”, aclara Merzari. Juan Pablo de Mendonça, otro miembro del equipo de La Burra Records, agrega que si bien “hay un principio de desahogo, lo que después decanta es pura expresión y no un lamento”.
Entre los muchachos del penal circula un bidón de agua y un mate que arde. Miguel, recostado en una pared que acusa que “ningún pibe nace chorro”, dice que sirve para no sentir tanto el calor. Claudio pide a Página/12 que preste atención. El tema que sigue, “Hacia la libertad”, “habla de un pibe que cae preso por error de la vida y otro preso que cayó en cana por segunda vez, que le cuenta cómo es salir”. Es un rap, que interpretan Fabiano –natural de Arrecife, Brasil–, en el papel del nuevo del penal, y Ariel, que quedó –no sólo en la canción– preso por primera vez a los 18 años, estuvo, a los 20 años, dos meses en libertad y después volvió a entrar “por no delatar a un compañero”. Ahora Ariel tiene 34 años. Se sincera: “Es mucho tiempo, yo conocí casi todas las cárceles bonaerenses y me fui haciendo cada vez más duro. Antes me peleaba con todo el mundo, era muy de enojarme. Pensaba que iba a salir, y volvería a la misma, a salir a robar. Pero eso no es libertad. La libertad no es que nos dejen salir de la cárcel. Libertad es salir de la droga, de la cocaína, es saber que no necesito salir a robar. Escribir y hacer música me cambió”. “Hoy, me llena que otros pibes me vean y piensen ‘si él puede, yo puedo’”, cuenta Ariel.
Su hermano, Jonathan, cumple una condena en la misma unidad y hace coros para la banda. Cuenta que se criaron juntos en la Villa La Cava y siempre les gustó el rap. “Escuchábamos Snoopdog, Tego Calderón y Control Machete. Empezamos a componer en los buzones (celdas de castigo). Escuchábamos una canción y le cambiábamos la letra para contar lo que nos pasaba. No inventábamos entonces y tampoco ahora. Cantamos siempre con la verdad.”
El taller es abierto, y de eso da cuenta la puerta azul por la que irán pasando, una y otra vez, los compañeros de Alto Calibre que quieren escuchar. Por esa abertura van a llegar también Waltemar y Marcelo, integrantes de la banda que cumplieron su condena, pero volvieron a la penitenciaría a participar. Marcelo, que está afuera “hace seis meses y 18 días” y en un año será licenciado en Sociología, explica: “Cuando salís, la sociedad te pone una etiqueta de ex convicto con la que es muy difícil progresar, para todos sos un chorro. No entienden que en la cárcel no hay bestias, hay seres humanos y hay cultura; y si estamos o estuvimos acá es porque tuvimos necesidades que el Estado no pudo solucionar, porque nos criamos en una sociedad violenta, en la miseria –su crianza pasó sin conocer a sus padres y en un instituto de menores–”. Y estar “en la tumba”, piensa, no sirve para salir de esa marginalidad porque, en la cárcel, “la ley es la de la selva: no podés mostrarte débil porque fuiste, todo alimenta más violencia”.
De hecho, tres personas detenidas en el complejo denunciaron en marzo que los carceleros de la U48 los obligaban a robar para las autoridades y que funcionaba un desarmadero en una de las unidades. También se denunciaron torturas a detenidos, y hacinamiento y violencia en el pabellón de castigo.
“Con Alto Calibre no nos sentimos presos, nos sentimos liberados”, entona la banda hacia el final de la tarde. Seba, de remera verde a rayitas, se asoma del micrófono y dice que tiene “una mezcla de nervios y ansiedad por salir a tocar”. “Ponete a pensar que es un lugar con capacidad para unas 800 personas o más”, pide. El espectáculo será este jueves 15, a las 18, en el Campus de la Unsam, ubicado en la Avenida 25 de Mayo y Francia, en el partido de San Martín, a sólo cinco cuadras de la estación de trenes de esa localidad. El coordinador del grupo, Merzari, resume: “Durante cuatro horas por semana, desde hace dos años, nos encontramos en este cuartito. La desigualdad del sistema hace que se perviertan un montón de factores humanos, pero en este momento, en estas horas en que hacemos música, no hay muros, ni para ellos ni para nosotros”. El ensayo se extiende y vuelve a sonar “Hacia la libertad”.

Componer en el buzón

Ariel, que lleva 18 años preso, empezó a componer en “los buzones” o celdas de castigo. Hace cuatro años conoció a Yamila, unos diez años más joven, en un penal de Campana y se enamoró. “Nena bolsita”, tema que le escribió, es una de las canciones que más suenan del disco Rimas de Alto Calibre. “Yamila estaba muy metida en la droga, no podía dejar el pegamento”, cuenta a Página/12.
“Ella se volaba, yo no podía creer lo que ella aspiraba”, canta Ariel, en el salón del Centro de Estudios de la Universidad de San Martín en la Unidad Penal 48 de esa localidad. La cantante de “Miss Bolivia”, Paz Ferreyra, lo ayudó a poner letra a su dolor: “Así nomás, ma, con la bolsita que se robó tu corazón, quedaste como frita. Con frío, toda fétida y sin fiesta. Como muerta, y ahora apesta. ¿Qué será de vos? ¿Qué será de mí? ¿Qué será de los momentos en que reí? Vos estás re loca, de gira por ahí”.
“Pues ella es mi vida y ya no sé qué hacer yo para recordarla, la amo demasiado y no quiero dejarla. Estoy siempre a su lado y haré cualquier cosa para rescatarla”, canta Ariel. Yamila hoy espera el tercer hijo de ambos, mientras lucha contra la adicción. Ariel cuenta a este diario que cuando salgan sueña con poder vivir en familia y llevar al barrio un poco de cultura porque “en la Villa La Cava (partido de San Isidro), la cultura es la de las armas y las drogas”. Eso, dirá, “es estar preso”.
“La libertad para mí no será salir de acá”, cuenta sentado en una mesa a unos metros de un alambre de púa. ¡Ojo!, “yo no quiero saber más nada de la cárcel”, dice. Pero, “lo que digo es que para mí libertad es salir de la droga, de la cocaína”. “Liberarme es saber que no necesito ir a robar nunca más.”
El tema que acaba de terminar lo detalla: “Yo tengo la razón, todo lo que hago lo hago de corazón. ¡Prepárense, putos!”. “Nena, sos tan bonita, no quiero verte con la bolsita”, remata el estribillo.

lunes, 5 de diciembre de 2011

F.M. Cristal - U. Nº 2 Las Flores

 
El sábado 26 fue una mañana muy especial, vivimos hermosos momentos en la cárcel de Las Flores, visitando a los internos que producen y llevan adelante la F.M. Cristal. La voz de la U.2.-

Celebración del Adviento

Que hermoso momento compartimos en la Capilla de Las Flores, intercambiando "gestos de amor" en este Adviento.Para algunos era la primera visita a una cárcel y les resultó muy enriquecedora la experiencia y van a volver! antes de Navidad, para seguir compartiendo con los internos la alegría contagiosa de Jesús.